Los pilares de la tierra, Ken Follet

Título:  Los pilares de la tierra
Autora:  Ken Follet
Año: 1989
Género: Narrativa histórica
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 1359

El gran maestro de la narrativa de acción y suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey. Los pilares de la Tierra es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de violentas pasiones.

Si había algún libro y algún autor que tuviera pendientes desde hace mucho, esos eran Los pilares de la tierra de Ken Follet. El grosor del libro siempre me echaba para atrás, y por más que escuchara tantas opiniones positivas, nunca me animaba a leerlo. Y así pasaron los años y hasta este mes pasado, que me animé a cogerlo por primera vez. No me arrepiento de haber esperado tanto; creo que lo he leído en el momento más adecuado, y eso me ha permitido disfrutar al máximo de la obra maestra de Follet. 

Se me hace muy difícil resumir brevemente la obra; es tan completa, compleja y con tantos personajes, que es imposible hacer un sumario. La obra comienza con un ahorcamiento público de alguien que afirma ser inocente, lo que conllevará a la maldición de una joven embarazada sobre aquellos que no han escuchado las súplicas de inocencia. A partir de ahí y unos años después, nos encontramos en el inicio en sí de la novela. La familia Builder se traslada constantemente, impulsados por Tom Builder, el cabeza de la familia, que tiene un sueño que cumplir: la construcción de una catedral. Para ello, junto a su familia tendrá que hacer frente a una serie de adversidades y escollos que se encontrará por el camino. Y finalmente terminarán en el priorato de Kingsbride. Se podría decir, por lo tanto, que este libro va sobre la construcción de una catedral. Y así es, pero lo cierto es que la historia va mucho más allá. 

La novela se divide en cinco partes, de aproximadamente tres capítulos cada una. A lo largo de sus diferentes capítulos, se recorren aproximadamente 40 años de diferentes generaciones familiares mediante diferentes puntos de vista de varios personajes. Los hay de todo tipo; buenos, malos, de ética cuestionable, luchadores... Mi personaje favorito es sin duda alguna Aliena; me ha fascinado su forma de ser, de defenderse, de superar las adversidades. Y sí, en momentos me habría gustado matarla, pero la verdad es que desde el principio la consideré un personaje muy interesante. Junto a Helen, de la cual también destaco su fuerza. Dos mujeres decididas en una época donde no era lo habitual. Cada personaje, de alguna manera, representa algo; William es claramente la crueldad. Todos ellos tienen algo que los caracteriza.

Los pilares de la tierra es un libro que tiene prácticamente todos los ingredientes; amor, muertes, traiciones, conspiraciones, secuestros, violaciones, salvaciones, victorias, derrotas. Es una larga y trepidante historia en la que el autor se desenvuelve a la perfección. ¿Cómo? Logrando construir y mantener la tensión en prácticamente todas las páginas que componen la novela (y que no son pocas). No hay lugar para el aburrimiento, porque en todo momento te encontrarás con una nueva lucha, una nueva derrota, una nueva muerte. Uno de mis temores era que tantas páginas me pudieran resultar aburridas, pero realmente me sentí intrigada en todo momento y solo quería leer, leer, y leer.

Puede que en momentos resulte una lectura densa, pero nunca en el sentido negativo de la palabra. Como novela histórica me parece esencial, y aunque la narrativa histórica es un género que me genera mucho respeto, la verdad es que me ha hecho interesarme mucho por ella. Follet nos adentra la Época Media de Inglaterra, más concretamente en el siglo XII, y es un fascinante e instructivo paseo. Esta novela además nos introduce al inicio de la arquitectura gótica, e incluso nos lleva por Francia y por Santiago de Compostela.

Es complicado hacer una reseña completa de esta novela sin dejarte nada por el camino y sin que resulte demasiado largo. Pero de verdad, yo os animo completamente a leerla, a dedicarle también y a disfrutar de todas y cada una de sus páginas, porque es una novela exquisita cuya lectura resulta de lo más plácida, enriquecedora, agradable y apasionante. Realmente merece la pena embarcarse en su lectura.