La soledad de los números primos

Título: La soledad de los números primos
Autora: Paolo Giordano
Año: 2008
Género: Narrativa
Editorial: Salamandra
Páginas: 288

Existen entre los números primos algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues entre ellos se interpone siempre un número par. Así, números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43, permanecen próximos, pero sin llegar a tocarse nunca. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la conmovedora historia de Alice y Mattia, dos seres cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias irreversibles de sendos episodios ocurridos en su niñez. Desde la adolescencia hasta bien entrada la edad adulta, y pese a la fuerte atracción que indudablemente los une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación. La sutileza de los rasgos psicológicos de los personajes, así como la hondura y complejidad de una historia que suscita en los lectores las reacciones más variadas, resaltan la admirable madurez literaria de este joven autor a la hora de asomarse, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.

Antes de nada quiero dedicarle esta entrada a Víctor, él ya sabe por qué <3

La soledad de los números primos es un libro que descubrí hace mucho y que me releí hace relativamente poco pero el resultado es siempre el mismo: Me encanta. De hecho se lo recomiendo siempre a todo el mundo y no paro hasta que se lo leen pero al final a todos les encanta. Chantal puede dar fe si no me creéis.

Este libro nos cuenta la historia de Alice y Mattia. Ambos son como el día y la noche pero les une algo, una experiencia traumática que vivieron en el pasado y precisamente será esto lo que les conecte cuando se conozcan en el instituto. A simple vista no parece una trama compleja, chica conoce chico en el instituto, pasan los años, evolucionan... Pero la magia de La soledad precisamente es lo que parece ser pero no es.

Parece que avanzan. Parece que conectan. Parece que están hechos el uno para el otro. Parece. Simplemente parece.

Muchas personas cuando acaban el libro dicen que no les gusta, ¿tanto para esto? Pues bien, cuando pasa eso es porque realmente no han leído, no han comprendido el mensaje porque este libro es tal real como la vida misma.

Conectar con alguien no significa tocarse. Alice y Mattia están muy cerca el uno del otro a lo largo de la novela pero no llegan a rozarse. Conforme avanza la historia, este abismo se hace cada vez mayor y ahoga porque son como los números primos. Dos personas que en apariencia están destinados a ser, que son como gotas de agua pero siempre hay una distancia abismal que los separa. Ellos mismos son la propia soledad de los números primos.

Y sinceramente, vivir anhelando a una persona, queriendo que esté en tu vida pero sin que pueda llegar a ser tiene que ser desesperante. Al final tu vida se queda vacía y se vuelve monótona.

El autor trata otros temas que no voy a comentar pero me parece que lo hizo de una forma exquisita. Todos tenemos problemas en la vida y no siempre se solucionan, no siempre se ven y menos si no tienes en quién apoyarte.

Lo que más me gusta de esta historia es la evolución que tiene, cómo Mattia se convierte en números y en instantes y en cómo Alicia de instantes pasa a ser números. Es una historia realmente compleja, con unos personajes muy buenos y unos secundarios que saben acompañarlos. Además, la pluma de Paolo me encanta, al menos en este libro. Es sencilla, es ágil, sabe captar tu atención y no resulta pesada. No cae en el melodrama. Y a pesar de esta trama que parece tan flojita y su pluma tan sencilla siempre consigue dejarme con un nudo en la garganta y en el corazón.

Es de mis libros favoritos, con eso lo digo todo.

“—Te acostumbrarás, al final ni repararás en él.
 —¿Y cómo, si lo tendré siempre a la vista? 
—Por eso, por eso mismo dejarás de verlo.”.